La moral en abstracto y el plagio en concreto

Marzo 2023

A finales del año pasado se dio a conocer que la ministra de la Corte de Justicia plagió su tesis de licenciatura. Las discusiones mediáticas entre la Secretaría de Gobernación, Rectoría de la UNAM y la Secretaría de Educación no han indicado alguna clase de sanción a la ministra. Por la lentitud con que ha avanzado el asunto y por el hecho de que la ley no es retroactiva, difícilmente se puede esperar alguna clase de sanción proveniente de los aparatos legales correspondientes. Considerando los años pasados entre el plagio de la tesis de licenciatura y el momento en que éste fue señalado, casi nadie espera que el título de Licenciada en derecho otorgado por la UNAM sea removido, pero sí que por lo menos haya un reconocimiento explícito de la falta y que, aunque judicialmente no se dé un “castigo”, la ministra actúe en consecuencia con el reconocimiento de su error. Pero esto no pasó. Ni la ministra ha reconocido que efectivamente plagió su tesis, la UNAM reconoció el plagio pero no invalidó el título expedido, la SEP no se ha pronunciado y la postura de la Secretaría de Gobernación se mantiene en los mismos términos de defensa incondicional a la ministra.

Por si revelar el plagio hecho en la licenciatura no hubiese sido suficiente, hace algunos días el diario EL PAÍS reveló que también la tesis de doctorado de la ministra tenía varias páginas plagiadas, 209 de 456. Tras esta revelación la ministra, nuevamente, no presentó ninguna declaración que mostrara, por lo menos, arrepentimiento, esperable en tanto las pruebas de plagio son contundentes; además, muestran una incidencia en una práctica que, si hubiera sido hecha por cualquier otra persona en la academia, habría alguna consecuencia.

Ante la fuerza de la evidencia se esperaba una declaración de culpabilidad de la ministra, pero también, y sobre todo, de la persona que la propuso como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o sea, López Obrador. En México, las ministras y ministros son propuestos por el presidente de la República, quien en cada ocasión debe presentar una terna al Senado de la República para que, a través del voto, se decida cuál de los o las candidatas tomará el lugar vacante. Así, fue López Obrador quien propuso que Jazmín Esquivel ocupara un lugar como ministra. Es cierto que la decisión final no recayó directamente sobre él, pero al ser él el primer filtro de tan importante decisión se esperaría alguna reacción que indique el reconocimiento del error, aun y cuando la propuesta inicial se hizo ante el desconocimiento de las malas prácticas académicas una vez que éstas son conocidas.

Llama especialmente la atención la actitud que López Obrador ha tomado sobre este tema. Aunque en cada oportunidad el presidente sostiene que su gobierno se distingue de los anteriores por su sinceridad, por ser un gobierno de principios, comprometido con el pueblo, la forma en que ha actuado en esta y otras ocasiones contradicen con hechos lo que se defiende con palabras. Estos principios morales que guían el actuar de su gobierno han sido difundidos por la Cuarta Transformación a partir de algunos manuales y decálogos. En uno de estos decálogos[1] el presidente defiende la abolición de fueros y privilegios, consigna que como principio general de acción busca solucionar una forma de las desigualdades en el país; sin embargo, en los hechos, hay una continuidad de estos privilegios, que en el caso de la ministra Esquivel se manifiesta en la falta de sanciones o, por lo menos, de un pronunciamiento del presidente que contribuya al cese de los privilegios que la clase política mexicana ha mantenido en su gobierno y en los anteriores, privilegios que les permiten continuar en su cargo a pesar de que sean falsas las credenciales con que llegaron a él.

En el “Decálogo para salir del coronavirus y enfrentar la nueva realidad” dice el presidente en el punto 9: “Eliminemos las actitudes racistas, clasistas, sexistas y discriminatorias en general.”. Nuevamente, como principio general suena adecuado para guiar las acciones del Estado; sin embargo, en los hechos, no hay una eliminación de las actitudes clasistas. Jazmín Esquivel pertenece a la clase política y económica con mayores privilegios del país. Cuando López Obrador la presento como candidata, la revista Proceso[2] señaló los vínculos de esta ministra con José María Riobóo, uno de los contratistas preferidos de López Obrador y a quien le otorgó obras fundamentales como los segundos pisos del Periférico o el diseño del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles[3]. El lugar que la ministra Esquivel y su marido ocupan en la sociedad es privilegiado, pues tienen privilegios políticos, económicos y jurídicos que solamente son accesibles para las clases altas, el que López Obrador se niegue a reconocer la culpabilidad de la ministra en el plagio demostrado es, sin duda, la continuidad de esas actitudes clasistas que en lo abstracto crítica.

En suma, la actitud que en este caso ha presentado López Obrador se contradice directa y claramente con los principios que dice defender. La moral abstracta suena muy bien y es una herramienta políticamente útil para atraer a la gente, especialmente cuando ésta vive en una condición constante de injusticia y desigualdad; pero esta moral abstracta del presidente no es capaz de sostenerse con las acciones de quienes la defienden de palabra, pues en el acto estas mismas personas constantemente violan sus principios. Sin duda una parte de los problemas de la sociedad mexicana requiere nuevos principios que guíen la acción colectiva y política, pero no está en estos la raíz del problema. Hay condiciones objetivas que posibilitan que gente como Jazmín Esquivel salga impune de las faltas que comete, pero mientras estas causas objetivas se mantengan intactas, ningún decálogo, por muy bien intencionado que sea, podrá hacer valer la justicia que corresponde.


Jenny Acosta es licenciada en filosofía por la UNAM e investigadora del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales.

[1] https://partidodeltrabajo.org.mx/2017/decalogo-de-andres-manuel-lopez-obrador/

[2] https://www.forbes.com.mx/esposa-de-rioboo-dentro-de-la-terna-de-amlo-para-sustituir-a-ministra/

[3] https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/2021/06/16/quien-es-jose-maria-rioboo-miembro-del-comite-tecnico-para-la-rehabilitacion-de-la-linea-12/

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